Mansión de Afrodita

Permití que me guiara por la mansion con la confianza de quien la conocía a la perfeccion, y eso no lo dudo, miré nuestras manos entrelazadas y sonreí, tal parecía que la mayoría del tiempo ibamos así.

Subimos las escaleras centrales de la mansion hasta el segundo piso y vi la hilera de habitaciones.

-¿A cuçal de todas vamos?-pregunté un tanto sorprendido.

-Esto es... increible-no hallé otra palabra para describirlo, parecía que la habitación estuviera hecha especificamente para lo que ibamos a hacer, me tomé la libertad de salir al balcon y admirar el cielo, -mira esto, Afrodita-la llamé extendiendo mi mano havia ella para que la tomara, mientras la otra la elevaba al cielo, había una conglomeracion de estrellas formando un arco, como si supieran que esa noche queríamos admirarlas, -es hermoso-

Le sonreí y la abracé por los hombros para abrigarla algo del frío que se snetía, que no era tan fuerte como en la calle pero ella llevaba un vestido, y esta vez era por mi culpa.

-¿Habrá algún sitio donde sentarnos?-

-El que prefieras, lo único que necesitamos es un lugar en el cual estar a gusto, como se vea es lo de menos-dije, retirando mi brazo de su cintura, adonde había ido a parar despues de abrazarla.

-Perfecto-acepté con una sonrisa, me eché con cuidado y abrí por un momento los brazos invitandola sin palabras a unirse a mi, me apoyé con mi mano en el suelo y la esperé, mientras veía de vez en vez las estrellas brillantes allá arriba.

-Si-respondí a su pregunta desviando la mirada de las estrellas para mirarla por un momento, la arropé con mis brazos desde atrás y continué mirando el espectaculo nocturno que nos brindaba en cielo, -no se ven muchas constelaciones, pero las estrellas se estan agrupando de forma peculiar-comenté.

-Sabes...-susrré casi con temor de que la agradable atmosfera que se había formado se deshaga, -... al principio pensé que ers algo presumida...-reí un poco con tan solo imaginar su cara, -... me alegro de averme equivocado-le besé la mejilla.

-Estoy de acuerdo-y sí que lo estaba, ella me había demostrado que estaba errado y de una forma muy convincente, -tu casa-dije para no llamarle masion, en mi opinion sonaba ostentoso, -es muy linda, pero no te sentiras sola aquí?-

Le miré sin evitar mostrar mi estado de evidente sorpresa.

-¿Porqué dices eso?, a mi no me lo parece-me extrañé.

-Supongo que tendras tus razones para decir eso, pero yo te aseguro que lo que he visto hoy de ti me gustaría verlo mas adelante-comenté recostandome levemente, llevando conmigo a la chica que aún tenía abrazada.

Sonreí con ligereza al escucharla.

-Me alegra que pienses eso, yo también lo creo, me gusta estar contigo y siempre que me lo permitas estaré a tu lado-le dije y la miré de soslayo, se le veía tan tranquila y bella mientras sus facciones eran iluminadas por los rayos lunares, -pero seguro tendras muchas personas que desean estar a tu lado, de eso no me cabe duda-afirmé.

-Por supuesto, lo haré-asentí a sus palabra y a su invitación, lo que me causaba algo de sorpresa pues me acababa de conocer aunque antes había dicho que confiaba en mi, aún así me sorprendía un poco lo amable y dulce que estaba siendo conmigo, -mi departamente no es tan grande como esta mansión, pero igual puedes ir cuando quieras, solo me avisas para mostrate donde queda-y sonreí por su caricia, cerrando los ojos por un momento.

Permanecí con los ojos cerrados mientras continuaban sus caricias por mi rostro, mis labios y mis mejillas mas especificamente, ensanché ligeramente los labios en una sonrisa tenue.

-No sé como te parezca...-susurré en su mismo tono, -... también es bastante grande para mi sólo-dije muiy despacio, moviendo a penas mis labios.