Mansión de Afrodita

-Esto es enorme-me asombré mirando toda la estancia, yo podría jactarme de que mi departamento era bastante amplio y que disponía de espacio, incluso, de sobra, pero no era nada en comparacion con esto, el ambiente era bastamnte cálido y fue un alivio pues ya allá afuera estaba helando, -es un lugar muy bello-sonreí en dirección a la chica y solté su mano pensando que quizas ya no le fuera muy cómodo.

-No te preocupes-sonreí cerrando levemente los ojos, miré en dirección a donde la chica me indicaba y pude ver la puerta, avencé hasta llegar al armario y vi que realmente había de todo y para todos los tamaños, escogí una chaqueta negra y ancha que me quedaba incluso grande deduje, me giré y la miré enarqueando una ceja, -y qué hace una chica que vive sola con todas estas prendas masculinas?-pregunté con una sonrija un tanto torcida, de esas que según me han dicho, me daba un gesto pícaro en el rostro.

Me miré a mi mismo bajando la cabeza en el proceso, halé uno de los estremos de la chaqueta que ahora me cubría y sonreí, -parezco un niño-dije, pues realmente me quedaba mucho mas grande de lo que esperé, -tu no te pondrás nada?-

Me extrañé un poco por lo que había dicho sin e4mbargo sonreí y me acerqué al armario de junto, lo abrí y ví la gran variedad de ropa femenina, -¿haras una pasarela para mi?-bromeé sacando lo primero que vi que, casualmente, era un vestido de corte largo.

No pude evitar lanzar un silbido de aprobacion por la bella piel que me exhibía ahora, -lo siento-dije sonriendo un poco, debo admitir que no estoy apenado, a sido una linda vista.

Hago lo que me pide y cierro el largo cierre esperando a que se volteara para mi.

-Estas preciosa-dije sinceramente, el vestido le quedaba perfecto y mas porque al ser la tela oscura contrastaba perfectamente con si piel pálida.

-Me encanta-asentí con mucha seguridad, realmente estaba muy hermosa, la miré toda cuando se acercó, el vestido le marcaba cada curva de su delgado cuerpo y la hacía ver extaciante a ojos de cualquier hombre o mujer, -ya te imagino en un vestido de gala-

-Poco-admití sonriendo apenado, no estaba muy acostumbrado a este tipo de baile, a mi me iba mas el rock, donde los movimientos no eran ensayados o memorizados, -pero podrías enseñarme, no?-digo afianzando el agarre que ella tenía de mi mano y acercandola mas por la cintura.

-Y ahora se supone debo mover la cintura?-sonrío cerrando levemente los ojos, juntando su cuerpo al mio hago alguno movimientos llevandola conmigo de un lado a otro, con lentitud.

-Valla, pues gracias-sonrío apretandola levemente contra mi pecho al verla recostar su cabeza, con cuidado subo una de mis manos hasta su menton y le hago mirarme a los ojos, -quieres descansar?-pregunto, omitiendo, o tratando de omitir la cercanía de nuestros rostros.

-No lo decía por eso-curvé levemente mis labios en una sonrisa un tanto sugerente, pero no quería equivocarme, si lo que estaba pensando era incorrecto... simplemente no quería arriengarme a perderla como amiga, -¿entonces donde veremos las estrellas?-di una vuelta completa con ella,k recordando que aun estabamos bailando.

-Uhm-me lo pensé, había mucho de donde elejir, -en el balcon-sonreí, -me gustan las alturas, pero, en que habitación, supongo quehay varios por el tamaño de la casa-indagué mirandola a los ojos.

"¿Con qué clase de compañía?"- estaba a punto de safarseme, pero me ahorré la pregunta pensando en que no era correcto indagar en su vida personal tan de repente, me le quedé mirando muy fijamente por un momento y luego, lentamente fui terminando el baile hasta dejar de movernos, la tomé por la mano y besé el dorso.

-Gracias por el baile, pero será mejor que empecemos a caminar al balcon, nos estamos perdiendo un espectaculo, y la habitacion... dejaré la eleccion en tus manos, puesto que es tu casa-sonreí.