Romeo y Julieta (libre)

-Espero que tengas buen sabor-bromeé al escucharlo hablar sobre mi horno, le miré de reojo y noté que se llevaba las manos a los labios y que un fino hilillo carmesí se confundía con el agua que nos caía encima, me detuve quedandome junto a él, -dejame ver eso-murmuré apartando sus manos.

Con mis dedos rocé la pequeña herida, no era mucho, pero no paraba de sangrar, del bolsillo tracero de mis pantalones extraje un pañuelo, estaba empapado así como todo mi cuerpo pero serviría. Deslizé con cuidado la tela sobre el corte, sus labios habían tomado un color pálido casi azulado por el frío como seguramente estaráin los mios igual, cuando termino de retirarle la sangre y me sercioro de que no continúe sangrando paso mi dedo indice por su mejillas, suavemente, terminado nuevamente en su labio lastimado, me sonrojo y me doi la vuelta.

-Disculpa, lleguemos a mi casa para desinfectarte eso por si acaso-dije, reanudando el paso, avergonzado por aquel comportamiento impropio en mi.

-Claro que tengo buen sabor...-susurré, adolorido. Llevé las manos a mi rostro, notando la sangre... iba a lamerla cuando Shane me detuvo, retitando mis manos y rozando la pequena herida con sus suaves dedos, no pude evitar un ronrojo, todavía mayor cuando sacó su pañuelo y me limpió con él. Estaba a punto de agradecer cuando acarició mi mejilla y luego, de nuevo, mi lastimado labio, me sentía tan extraño-... mm.. muchas gracias-susurré, viendo como se alejaba

-No te preocupes... no pasa nada, no me molesta ni nada por el estilo-anduve a su lado, mirándolo curioso- Eres muy dulce... a pesar de no conocerme me haz invitado a tu hogar... y me haz curado-le dediqué una tierna sonrisa y casi sin pensarlo tomé su mano, apretándola y acariciándola suavemente- No tomes esto a mal-dije bajito, soltándolo, medio sonrojado, pensando que, como casi siempre, me había pasado de la raya-

Le miro de reojo justo en el momento en que me sonríe y vuelvo a sonrojarme, carraspeando finjidamente me adelanto medio paso, avergonzado.

-No ensanches los labios o volveras a sangrar-le indiqué, negandome a mirarlo.

Seguimos caminando y la lluvia no parecía querer detenerse, vuelvo a escucharlo y sentir su mano sobre la mia, acariciandola levemente y no evito el mirarlo.

-No es que sea dulce-le sonrío, -y eso-señalo y toco su labio sin pensarlo separandome rapidamente, -no está sano aún, lleguemos a mi casa y lo curaremos juntos-vuelvo a sonreir, -y no me molesta que me toques, como crees?-

Tuve que aumentar la zancada de mis pasos para volver a alcanzarlo, lo cual no era tan sencillo con mi cuerpo tiritando de frio-Eso es aún más dulce-susurré, tan quedamente que no estuve seguro que me hubiera escuchado. Ya a su altura sentí el tenue toque de su dedo nevamente en mi labio- Bueno, tampoco creo que me vaya a morir por una heridita- volví a sonrojarme, a este paso era más probable que muriera por culpa de los drásticos cambios de temperatura que sufría por su "culpa"-está bien, vayamos... pero... ¿dices que ya está cerca verdad?

Escuché apenas lo último, no sonreí, por obvias razones, pero si me alegró bastante que no lo hubiera tomado mal- Bueno... en ese caso-tomé su mano otra vez, estaba tan helada como la mía- lo siento, pero necesito algo de calor y no veo otra fuente cerca-inquirí entre bromeando y hablando en serio

Miré su mano tomando la mía y sonreí con gracia, la verdad es que no sabía que calor podría esperar de mi si estaba tan frío como él mismo, sin embargo no la aparté y continué caminado, muchas mas despacio al notar que no le era tan sencillo el seguirme el paso, sería que talvez yo estuviera mas acostumbrado o menos cansado, cualquiera bien podría ser la razón.

-Si estamos cerca-dije al escuchar que me lo preguntaba nuevamente y no evité sonreir levemente al percibir la leve prisa que tenía por llegar, -mira-alcé mi mano libre y señalé un alto edificio casi al frente de nosotros, -es allí-le indiqué, pero creo que se dió cuenta pues empezabamos a dentrarnos a un lugar con mas claridad.

Agradecí enormemente que disminuyera el paso, pero más aún que su apartamento estuviera tan cerca. Seguí con la mirada la señal, curvando levemente mis labios- Que bien...-observé detenidamente el edificio, o bueno, lo que podía ver de él. Parecía bastante su estilo, aunque claro, sólo eran adivinanzas, pues no lo conocía .

Caminé, mucho más animado y mucho más aprisa, de hecho, había recuperdado mi buen humor. Incluso jalaba al lindo Shane suavemente hacia la entrada- Sabes... hoy... había sido un pésimo día, todo me salió mal...pero desde que te encontré... mmm... no te puedo decir que sólo haya mejorado, pero si se ha vuelto mucho más agradable, incluso... encantador

-Pues podría decir lo mismo-comenté al escucharle y no pude evitar reir ligeramente al sentirle halar mi mano suavemente hasta el edificio, si incluso ahora era él quien me guiaba.

Al llegar a la entrada nos introdujimos rápidamente al edificio, llendo directamente hasta el asensor, dentro del aparato estaba muchisimo mas cálido que allá afuera con la lluvia, sin embargo me vi en la olbligación de abrazarme a mi mismo, comenzaba a sentir realmente el frío que debí sentir allá fuera, algo me llamó la atención, nuestras manos aun estaban cogidas y los dedos levemente entrelazados.

A aparté mi vista de nuestaras manos para mirarlo a él al rostro, sin embargo volteé la cara con rapidez y presioné el botón hasta mi piso, porque así de grande era mi apartamente que abarcaba todo un piso.

El choque de calor hizo que me cubriera el rostro, en un intento, en vano, por impedir que se lastimara. Lo toqué suavemente con mi dedo índice... ardía.. como siempre mi piel sensible era molesta. Suspiré resignado, siguiendo a Shane hasta el ascensor... donde helaba...- jajajaja... -Eeía sonoramente... con la mano que tenía libre tapé mi boca, sabía que reir sólo lograría que mi labio sangrara nuevamente, pero no pude conterme, me provocaba gracia la extraña situación que vivía en esos momentos... tan mala suerte me cargaba que seguramente el bellisimo Shane sería un asesino serial o algo incluso peor.

Miré fijamente al dulce joven, encontrándome con sus profundas pupilas, desvié la mirada hacia nuestras manos... no me había percatado que seguían juntas... la solté con lentitud, llevandola a mis cabellos para acomodarlos un poco- Y dime... ¿Cuánto tiempo llevas en Play Toy?-cuestioné, algo distraido

Me encogí de hombros cuando soltó mi mano, buscando darme algo del calor que había perdido por la lluvia y el viento frío.

-No mucho realmente-contesté a su pregunta y aparté de mi rostro un mechon de cabello que me caía justo sobre mi ojo izquierdo, -pero supongo que lo suficiente, desde que llegué e trabajado más de lo que lo hacía antes, pero...-negué suavemente con la cabeza, -no es que me moleste mucho, la costumbre diría, y...-

Me corté a mi mismo de la pregunta que iba a hacer al ver que las puertas del asensor se abrían y daban paso a un pasillo, y a solo unos pasos mas, la puerta principal a mi departamento, saqué las llaves del bolsillo delantero de mi pantalón y abrí rápidamente deseando entrar ya y sacarme esta ropa mojada.

-Ven por aquí-le dije, entrando a lugar esperando a que me siguiera, el sitio estaba a oscuras pero lo conocía demasiado bien, encendí el interruptor dejando ver la enorme sala y los ventanales que separaban el interior con un balcon externo que daba vista al mar, pasando de largo todo aquello le guié hasta mi alcoba, -este es mi armario, puedes tomar lo que prefieras y el baño está acá-señalé cada cosa y luego fue nuevamente hasta la puerta, -volveré en un momento, pondré el chocolate-le sonreí.

Abrí tema el los departamentos... https://playtoy.foroactivo.com.es/departamentos-f8/departamento-de-shane-shane-t115.htm#3080
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Lo seguí en silencio, escuchando cada cosa que me decía con la mayor atención posible- Bien... muchas gracias-dije secamente... no sabía que diablos me pasaba, primero cariñoso y ahora frio, suponía que era el cambio de temperatura- Me gusta tu departamento-dije lo suficientemente fuerte para que escuchara desde donde se hallaba. Me dirigí al baño y con más lentitud de la que debería comencé a quitarme primero los empapados zapatos, después la camisa, la camiseta y luego los pantalones.

Busqué algo con que cubrirme, una simple toalla... y salí a buscar ropa seca. Tomé lo primero que encontré y me lo puse allí mismo, quedando vestido con una simple camisa blanca y unos pantalones negros que arrastraban ligeramente.Miré a mi alrededor con mayor detalle, reinterando la belleza del lugar y secándome el cabello con la toalla -