Romeo y Julieta (libre)

Hacía mucho que no iba al teatro, la verdad siempre me dió igual, pero ahora no tenía nada que hacer y en vez de aburrirme en casa ,solo, decidí ir a ver que obras estaban en escena.

Caminé con lentitud, viendo detenidamente las carteleras tanto de los teatros como de los cines -Pues ninguna es realmente atractiva... ahhh.. todas son más de lo mismo... lo mismo siempre-susurré, algo hastiado, mirando de reojo el último teatro de la ciudad- "Romeo y Julieta"... la obra más representada de la historia, probablemente... y la más trillada... ufff... bueno, que más da, al menos me voy a distraer un rato-

Anduve hasta la taquilla y compré el boleto, pero no podía entrar al maldito teatro...-después de todo, creo que fue una mala idea...-me rendí, ¿en qué estaba pensando?. La única razón por la que vine fue por el casting fallido al que fui ese mismo día por la mañana... Y no es que fuera tan fallido, sino que el director "sugirió" que tiñera, cortara y alaciara mis cabellos y eso no lo iba a hacer... por lo menos no para una tonta película.

Suspiré abrumado, estrujando el boleto con las manos y mirando hacia abajo- Tal vez sea mejor ir a un bar-murmuré llevando una dedo a mis labios, pensativo

Camino con desgana por la calle dejando que mis pies me guíen, verdaderamente desanimado despues de aquel inesperado encuentro poco grato en los estudios de grabacion.

Introdusco mis manos a los bolcillos de mis pantalones y bajo la cabeza, en el cielo resuena un fuerte trueno seguido de cerca un relampago que iluminó la casi noche, empezó a llover con impetud y no tuve mas opcion que refugiarme en el edificio mas cercano, en este caso un teatro si mal no estaba.

Había alguien mas allí, pero realmente no estaba de ánimos para comenzar una conversación así que me limite a mirar el exterior con cierta ansiedad.

Estaba completamente perdido en mis pensamientos hasta que esa luz casi cegadora hizo que me taparara los ojos... grrr, los tallé, ardían demasiado. Y después ese estruendo; genial ahora estaba medio ciego y sordo. Abrí con lentitud los ojos, percatándome apenas de la lluvia, que caía tupidamente por las calles. Levanté la mirada, el cielo estaba completamente negro. Definitivamente hoy no era mi día. Me crucé de brazos, mirando a mi alrededor, divisé a otro hombre, al parecer la lluvia lo había tomado por sorpresa.

Suspiré, mirando como las gotas de lluvia caín sin cesar. Recordé luego el boleto... ¿dónde habría quedado?. No lo había visto desde el bendito relámpago... Lo busqué por el suelo, hasta que lo hallé, todo mojado, arruinado. Reí divertido, igual y no lo había tirado tan descuidadamente. Fuí hasta dónde estaba, mojándome un poco, pero recogiéndolo, pues no iba a tirar basura por allí. La tinta estaba corrida, ya no se venía ninguna de las letras y el papel se deshacía por la humedad... si, definitivamente estaba arruinado.

Sentí el agua cayendo en mi cuerpo, debia regresar a refugiarme si no quería empaparme... aunque, en cierta forma era bastante encantador, como cuando era niño y jugaba inocentemente en la bajo la intensa lluvia sin que me preocupara en lo más mínimo. Alcé la cabeza y extendí los brazos, dejando que las frías aguas fluviales empaparan mi cuerpo. Volví a reir,vaya, por qué me quejaba tanto si esto era tan agradable, tan relajante... Llevé las manos mis caebellos, y aún con una sonrisa en los labios ldesvié mi atención al hombre que hace unos minutos estaba junto a mi. Seguro pensaba que estaba loco y eso me divertía bastante

Enarqué sin animos una ceja al ver al joven hombre salir del refugio temporal que nos daba la entrada de aquel teatro, le vi buscar y recoger algo y finalmente jugar bajo la lluvia como un niño, sonreí ligeramente, antes yo era igual a él, impredecible y vigoroso, antes...

Con el dorso de mi mano aparto algunos mechones húmedos de mi frente y miro sin ver el cielo oscuro, las pequeñas gotas de fría llovizna caían con fuerza y a pensa me era posible divisar al chico que aún reía y jugaba bajo la lluvia, algo de su animo me contagió y con una nueva sonrisa me dispuse a hablarle.

-Rememorando tiempos mozos?-por como se comportaba, era lo que parecía.

Lo miré fijamente antes de responderle, observándolo con detenimiento, escrutándolo- Pues si, jajaja, eso es exactamente lo que hago-cerré los ojos y sacudí mi cabeza, despeinándome, riendo aún. Si iba a pescar un resfriado por andar haciando niñerías iba a valer la pena.

Estaba ya completamente mojado, pero seguía tan despreocupado que ni yo mismo me la creía. Aunque después de todo ¿No era el agua considerada un método de purificación?. Si algo iba a ayudarme a mejorar este terrible día ¿Por qué no elegir al cristalino líquido que tanta relajación me proporcionaba?...

Cuando por fin la cordura volví a mi... aunque pensándolo bien... ¿cordura?... qué demonios es eso, volví a refugiarme en el teatro. Le sonreí al sujeto, acercándome un poco- Hola, soy Adonis... disculpa si de alguna manera mis locuras te afectan-dije entre risas, estirando mi mano a manera de saludo

Tomé su mano con la mía luego de titubear un poco, me sentía tan fuera de lugar.

-Si me afectan, pero no de la manera en que crees-dije dando un paso hacia él y saliendo al exterior, permitiendo que la lluvia me mojara nuevamente.

Solté su mano y cerré los ojos disfrutando mas placidamente del agua que caía sobre nosotros ahora, suspiré llevandome una mano al cabello nuevamente y apartandolo hacia atras con suavidad, casi sin animos, mientras me mordía los labios, empezaba a disfrutarlo.

-Shane...-me presenté, recordando a penas que no lo había hecho antes.

Estreché su mano, sonriente-¿No de la manera que creo?-repetí sin entender lo que quería decir, viendo, divertido, como daba un paso hacia la tormenta. Éramos dos ahora los dementes que jugueteaban como chiquillos, empapados, vaya, y yo que pensaba que en esta ciudad sólo yo arriesgaba mi salud de manera tan infantil.

Dirijí mi vista hacia el cielo, aún llovería largo rato, eso era serugo. Fui bajando lentamente la mirada hasta llegar a la de Shane. Me quedé absorto, contemplando su belleza, que parecía magnificarse con el agua cubriéndolo- Te sienta bien la lluvia, Shane-susurré sin pensar, todavía con mis ojos puestos en su figura-

-¿Me sienta?-pregunté con una sonrisa redirigiendo mi mirada a Adonis y manteniendola en su rostro, notando que, como a mi, el cabello dorado que caía por sus mejillas también se adhería a su piel blanca y su mirada conservaba ese brillo divertido e infantil que creí verle al principo.

Miré mi cuerpo empapado y la ropa que se me pegaba por la humedad, seguro y de aquí salía con un buen resfrío.

-¿Y por qué estabas en el teatro?-solté sin pensar, no sabía exactamente como mantener una conversación con él, acabandolo de conocer y parecía intimidarme algo.

-Si, te sienta bien-Reiteré. Aún reía, parecía un sujeto interesante.Sacudí una vez más la cabeza, con mayor fuerza que la primera vez, mojando sin querer al joven que acababa de conocer-Lo siento-susurré-pero no creo que puedas estar más mojado de lo que ya estás- inquirí, más divertido que antes, riendo sonoramente

-Estoy aquí porque tenía planeado ver "Romeo y Julieta", pero al final me arrepentí... es una historia tonta, además mi boleto es ahora una masa rara y humeda-se la enseñé- jajaja... pero mejor así, realmente sólo vine porque tuve un mal día y deseaba distraerme-abrí la boca para que las pequeñas gotas cayeran en mi lengua, me daban cosquillas por lo que me reía más- ¿Y tú?. ¿Venías a ver alguna obra, o sólo te soprendió la lluvia?- no pude evitar una carcajada, definitivamente el agua me estaba poniendo de buen humor

Arrugué la nariz en un gesto que me sé quedó infantil cuando pequeñas gotitas de sus largos cabellos llegaron hasta mi rostro, bajando por mi cuello, confundiendose con el agua que seguía cayendo del cielo.

-Gracias, supongo-sonreí con ligereza al escuchar nuevamente su... halago e de suponer, miré el interior del teatro, demasiado desierto como para que realmente estuviera abierto, al parecer las actuaciones de los nuevos actores dejaba bastante que desear como para que nadie fuera a verlos, aunque fuera un cliché románico como Romeo y Julieta, -la lluvia me pilló desprevenido-sonreí en su dirección, -y ni siquiera sé porque me refujié si de igual forma ya estaba mojado-reí un poco, -quieres dar un paseo?, sé que suena raro por como está el tiempo, pero me apetece caminar bajo la lluvia y seguro te aburriras si te quedas aquí solo-ofrecí.

-Pobre de ti, Shane...-susurré casi inaudiblemente, virando mi vista hacia donde él la tenía, el teatro, casi vacío... adiviné lo que pensaba- Si, pésimos, como no tienes idea... y además, presumidos... presumidos sin tener algo de qué pavonearse-ahogué mi risa, tapándome la boca con la mano, recordando algunas cosas Para qué negarlo, yo también soy bastante presuntuoso, y caprichoso

Escuché atentamente sus palabras, -No, cómo crees, odio el agua-bromee, con más risa- Claro que sí, vamos, adoro caminar bajo la lluvia- me adelanté unos pasos, volteando luego a verlo y sonriéndole, llevando una de mis manos a la cara para retirar algunos cabellos que molestaban mis ojos- Si, me aburriría mucho estando tan solito, pero por suerte no será así, jaja...-

Me sorprendí un poco por su forma y sus gestos, tan confiados, tan decididos, parecía como si realemente todo lo que ocurría le fuera coveniente o lo manejara a la perfección. Su risa me hizo sonreir ligeramente y mas después sus palabras, sí, seguro que si, ultimamente los niños que suben solo buscan fama y dejan la calidad de lado.

Su broma sarcastica no me hizo reir pero su expresión si me relajó un tanto, lo suficiente como para caminar hasta él y seguir a su lado mientras avanzabamos por las oscuras calles, las aceras estaban resvalosas y la noche enfriába mas, pero volví a hundirme en el silencio molesto que surgía después de perderme en mis pensamientos, aquel día no había sido especialmente bueno.

-Y dime Adonis, a qué te dedicas?-pregunté intentando alejar de mi viejos y recientes recuerdos confabulados en mi contra para agoniarme.

La ciudad se veía extraña, o por lo menos nunca antes la visto de esta manera. Se veía hermosa... obscura y sin embargo doblemente iluminada por las luces y sus reflejos en los grandes charcos que se hicieron, y se seguían haciendo, por el interminable diluvio. La imagen me perdió... tenía la mirada fija en eso que me parecía un paisaje mágico, digno de una novela o perfecto para una película...

Sus palabras me sacaron del ensimismamiento, lasa había escuchado, pero aún no las procesaba, continuaba medio ido hasta que el piso mojado hizo que me resbalara, por suerte tengo buen equilibrio, me tambalee un poco, pero no caí. -Ufff... eso me pasa por distraido-dijo, volviendo a la realidad... bueno, pues soy actor-sonrisa-como todos aquí y además, escribo poemas, así que eso me convierte en un poeta, uno muy decadente y caprichoso y eufórico, jeje.. ¿Y tú, que haces de la vida?...-susurré, ahora teniendo más cuidado, pisando más firmemente y mirando bien el camino, aunque las por momento era tan lúgubre que andaba más bien por instinto, o a tientas

Me mordí el labio inferior para evitar soltar un risita divertida por su casi caída, lastima, hubiese sido divertido verlo xD

-¿Poeta?-me interesé, era la primera vez que escuchaba algo parecido, era un poco sorprendente considerando que los poetas dedicaban la mayoría de su tiempo a componer, supongo que no todos son iguales, -soy modelo-dije respondiendo a su pregunta, omitiendo el que sea actor, él mismo lo dijo, todos aquí lo somos, -pero creo que lo dejaré-murmuré con una sonrisa divertida, si, creo que sería lo mejor.

-Si, poeta... -murmuré quedito, siempre era tan raro decirlo... en especial a desconocidos. No me sorprendió su respuesta, la verdad era muy guapo, sería un desperdicio tanta belleza sin "utilizar". Estiré los brazos, moviendo además mis dedos y muñecas, empezaba a entumirme, pero aún no era la gran cosa.

Lo miré muy extrañado cuendo dijo que probablemente dejaría de modelar, me daba curiosidad saber por qué, si estaba seguro que trabajo no le faltaba, era más que obvio. ¿Quién podría no quererlo para las pasarelas, para las revistas...? Al final, como siempre, me ganó la curiosidad y me decidí a preguntarle, lo más respuetuoso que pude, para que no se enfadara- Pero... eres tan bello, tan grácil... ¿por qué dejarías un trabajo para el cual pareces haber nacido?-

No pude evitar sonrojarme por aquellas palabras, si que algo así había escuhado, pero nunca con esas palabras, se escuchaba tan...

-Pues...-empecé, avergonzado, -no sé si habré nacido para ello pero al menos por un tiempo lo dejaré-le sonreí siavemente, intentando ocultar lo afligido que me encontraba, -como descanzo, es que trabajo demasiado y ultimamente no duermo, ni como bien-¿por qué le decía esto a un extraño?, era una pregunta que aún me hacía, -para ser sincero-suspiré, -solo evito hacer un comenrcial con alguien que no me agrada y que, lamentablemente me veo en la obligacion de aceptar, pero si estoy de "vacasiones" pasaran de mi y buscaran otro, modelos hay de sobra y realmente no me creo imprescindible-bueno, tenía mas autoestima que eso, pero hoy me siento especialemnte molesto conmigo mismo.

Lo observaba atentamente, en especial sus labios, carnosos y carmesí, tan besables...de los cuales no podía despegar mis pupilas. Esperaba que él no se diera cuenta de eso, y probablemente no era así pues la penumbra nos cubría cada vez más y la lluvia no parecía querer dar tregua. Llevé el dedo índice a mi boca, en pose pensativa al escuhar sus razones- ¿Alguién que no te agrada? vaya, pues debes de verdad detestarlo para no querer trabajar con él... por mi parte, me da igual con quién trabaje, mientras no me acose fuera de los sets- continué caminado a su lado, o por lo menos eso creía, porque seguía obscureciendo

Sonreí ante lo último, mirando con detenimiento sus bellos ojos marrón, que apenas brillaban tenuemente. Se veía triste-No me parece que seas tan fácilmente reemplazable, seguramente llorarán mucho por ti- dije entre risas, intentando consolarlo- Y hablo en serio, eres sumamente atractivo y hay algo en ti... cierto carisma, bastante difícil de hallar, a mi entender. No deberías minimizaret así...- susurré, lo suficientemente fuerte para que me escuchara- vales mucho, estoy seguro de ello

-Bingo-me susurré a mi mismo, acoso, era la mejor palabra pare describir aquello.

Mientras continuabamos nuestro camino a ningun lugar en específico continué escuchandolo con atencion, si tono de voz había bajado, se escuchaba profundo, tan íntimo, como si ni siquiera las gotas de lluvia que aún nos bañaran fueran merecedoras de escucharlo, sonreí ante mis pensamientos, me estaba poniendo cursi.

-Sin duda eres poeta, lindas palabras para a penas conocerme-dije, plasmando una nueva sonrisa en mi rostro, una divertida esta vez, -no tengo la autoestima tan baja en realidad-me mordí el labio pensando que decir, -es... es solo que hoy descubrí algo de mi mismo que no me agradó-concluí de forma un tanto esquiva, no por él, mas bien porque no quería siquiera recordarlo.

-Jaja.. bueno, lo estoy adivinando... más bien, presintiendo... sí, presiento-pose de medium- que eres una gran persona y que vencerás cualquier situación adversa que se te ponga enfrente-dejé esa ridícula posición y me puse adelante de él, caminando con más cuidado, pues ahora lo hacía al revés para tenerlo de frente. Quería detenerme, pero sabía muy bien que si dejaba de moverme los músculos de mi cuerpo se entumirían más rápido-

Me preocupó un poco su semblante, me le quedé mirando con cierta dulzura, con los brazos cruzados, mientras seguíamos nuestro errante "camino"- Vaya, tanto que me costó animarte y haz vuelto a ponerte melancólico- susurré algo abrumado, cerrando los ojos- Todos tenemos una parte obscura, una que no quisiéramos que existiera, pero... no es así, eso que descubriste, lo que sea haya sido, te pertenece y en vez de entristecerte deberías alegrarte porque ahora sabes que está allí y puedes hacer algo para superarla... -Curvé apenas mis labios, eso me lo habían dicho tantas veces... mas lamentablemente nunca había podido superar nada

-Lindo consejo poeta, deberías cambiar de profesion-dije con mofa, dedicandole una sonrisa pues realmente parecía esforzarse por animarme y no quería arruinarle la noche a nadie.

Coloqué con cuidado una de mis manos en su pecho, a penas rozandolo y le miré a los ojos mientras él aún caminaba de espaldas, -gracias por el consejo-sonreí, -y si te caes ve sabiendo que me reiré-le dije mas animado, halandolo ahora ligeramente de una mano para que volviera a mi lado.

Me abracé ligeramente, tal parecía que ahora y a penas era cuando empezaba a sentir el frío de esta noche helada.

Me reía también, que derecho tenía yo de decirle aquello si nunca seguía ese consejo...- Lo merezco, jajaja... perdona... me meto en cosas que no me importan-negué con la cabeza, divertido-

Setía raro cuando me tocó... pero no lo impedí, porque más que raro, me sentía algo nervioso, incluso noté como mi temperatura subía y un leve sonrojo coloreaba mis mejillas, más aún cuando me haló a su lado...- pues lo siento, pero no caeré... no soy tan torpe para hacerlo... pero está bien, si pasa, yo también reiré, sería divertido. Noté que se abrazaba a si mismo seguro tenía mucho frio y lo mio no estaba tan lejos me hallaba tiritando sin darme cuenta y mis labios estaban resecos, pero... seguía lloviando y no parecía que pronto fuera a ceder-Shane... -murmuré- ¿Te gustaría ir por un café o algo así?. Es que estoy helándome.. y yo invito, por supuesto

Negué con suavidad a sus primeras palabras, -nada de eso, me estas alegrando la noche-dije con una sonrisa.

Aún cuando continuaba mi cuerpo en movimiento el frío empezaba ser intenso, podía ver incluso mi prpio aliento al exhalar el aire de mis pulmones, y perdido estaba en mis persamientos hasta que le volví a escuchar.

No pude evitar carcajearme por lo que había dicho, -miranos-dije señalandonos a ambos, empapados hasta los zapatos, -en niguna cafetería nos dejarían entrar, ni en un bar, ni siquiera un antro de mala muerte-me burlé, -pero hagamos esto, te invito un chocolate caliente en mi departamente, como agradecimiento por alegrarme la noche-propuse.

-Jajaja... Shane.. yo creo que...-le dediqué una mirada de coquetería- con la ropa mojada, transparentando nuestros bellos cuerpos, sobretodo el tuyo... no nos negaran la entrada a ningún sitio, es más, nos insistirán para que pasemos-reí sonoramente, el eco resonó por las desiertas calles de la ciudad que parecía una pintura hecha en tonalidades grises y brillos dorados.

Mmm...-su propuesta me gustó, pero por algún motivo no me animaba a contestarle, caminamos todavía algunos pasos hasta que por fon me decidí. Hice una seña afirmativa con la cabeza y le sonreí- Me encantaría, Shane... adoro el chocolate caliente... y pues, no tienes nada que agradecerme..- tomé sus manos, tan frías como las mías y luego, contento, le pregunté- Y entonces, ¿dónde queda tu departamento? Porque no vayamos a estar caminado justo para el lado contrario-dije ente risas

-Eso estaría bien para ti, pequeño esxibicionista-murmuré divertido y me miré a mi mismo, mi cuerpo, teía razon, la ropa se adhería a mi figura como la piel misma y estaba algo translúcida.

Parecía dudar en cuanto a mi propuesta, no sé si se lo hubiera tomado a mal, yo solo intentaba ser amable, pero sonreí al escuchar su respuesta afirmativa, aceleré junto a él el paso mas para calentarme otro poco que por querer llegar realmente, hacía mucho frío.

-Nada de eso, sigamos caminando calle abajo, no está tan lejos de aquí-dije, encaminandome hacie el lugar que previamente había señalado ya.

-¿Me llamaste "pequeño exhibicionista"? oye, puedo ser muchas cosas, pero nunca pequeño [ ]-dije riendo, bastante divertido, porque, igual no era tan lejano de la realidad... tuve que aumentar el ritmo de mis pasos, pues él aceleró sin previo aviso... auch... se sentía horrible, mis piernas dolían por el intenso enfriamiento y apenas se movían-


Me alegró bastante que su hogar estuviera cerca de aquí, incluso una sonrisa se dibujó en mis labios, que nya seguramente estaban azules. Suspiré con algo de ansiedad, tiritando demasiado- Que bien, espero que lleguemos pronto, o si no tendrás que descongelarme en tu horno-quise reir, pero el helado ambiente y el intento de mueca rompieron mi labio, haciendo que sangrara un poco