Dolor de Cabeza

Justo salía de una sesion de fotos directo a la cafetería, moría por algo muy dulce, mejor dicho, mataba por algo de chocolate, hacía meses desde la última vez que me tomé un tiempo para mi mismo.

Fui directamente a la barra e hice mi pedido, me pidieron que me sentara y que ya ellos mismos me lo llevarían a mi mesa, sonriendo, pues hoy estaba de muy buen humor, me giré y busqué un lugar donde sentarme, percatandome casi al instante de una cabellera pelirroja que se me hacía levemente familiar, me acerqué para verificar y en efecto conocía a esa persona.

-André-san, buenas noches-saludé desde atrás.

-Oh, si, de acuerdo, lo siento-sonreí en su dirección pero al ver el gesto dolorido que hizo borré mi expresion, -te encuentras bien?-pregunté preocupandome, acercandome a él y colocando mi mano en su hombro.

-Así es-asentí a sus palabras encogiendome de hombros, aún estaba parado y debía buscar una mesa, -es que me esclavisan-bromeé, aunque estaba muy cera de la verdad, la espalda me mataba a pesar de mi buen humor, -y tu?, tuviste un día muy ajetreado?-

-Y eso?, adversidad por tu propia cama?-reí suavemente mirando a mi alrededor buscando una mesa, -aunque también es posible que te sientas solo, a mi me pasa seguido en mi departamento-expliqué.

-Y eso?, no tienes pareja?-pregunté un tanto confuso y sorprendido, alguien como él parece ser del tipo de persona cariñosa con una pareja, es para un tanto raro que no sea así.

-Le huyes al sexo?-ok, ahora si estaba sorprendido, no que yo fuera un conocedor en le tema, pero si que sé que es algo que se disfruta, aunque yo aún... -/////-

-Ah, perdon-reí tontamente colocando mi mano detras de mi cabeza sacandu la lengua de fotma infantil, -entiendo, es que estas buscando pareja formal-deduje mirandolo ya mas serio, -pues, lamento decirtelo amigo, pero por como vas no la encontraras pronto-me lamenté, y es que era verdad.

-Claro-le soreí al tiempo que miraba hasta la barra del lugar y de paso buscaba una mesa, llevaba rato parado, -y supongo que yo me voy a buscar una mesa, pero nos veremos luego, no?-sonreçí como despedida, pues eso supuse que sería por su frase.

-Bien-asentí sacudiendo levemente mi camisa en un gesto cotidiano mio, -mientras vas te espero aquí-sonreí sacando una de las sillas de la mesa y tomando asiento, por fin!, me empezaba a cansar.

-Para nada-negué suavemente mirandole, creo que tenía algunas ojeras por no dormir, -¿cuanto tiempo me dices que llevas sin dormir?-me preocupé.

-Se te ve mucho mas cansado que la última vez, allá en el manantial, no has ido a uno de esos spa que tanto te gustan?-pregunté con real interes, -no deberías exigirte tanto-

Me le quedé mirando con cierta fijeza.

-Eres mas reservado de lo que imaginé-comenté jugando con mis dedos sobre la mesa, a veces su actitud me intimidaba un poco.