Delicioso Pecado

En este internado religioso estudian los jóvenes cuyos padres confían más en la educación que les pueda dar un cura que la de cualquier maestro no religioso.
Debido a que es un centro para varones, el personal docente está compuesto por curas. No hay ninguna mujer en las instalaciones más que las madres que una vez al mes vienen a visitar a sus hijos.

Pero tras las clases magistrales del personal que se muestran a los padres y el ambiente estricto y reglado que caracteriza a los curas, se esconde otro mundo… un mundo en el que el personal aprovecha cualquier ocasión para formar a los jóvenes en el arte del sexo y el placer, adiestrándolos para ser los juguetes y mascotas sexuales perfectos.

Obviamente no todos se muestran dispuestos a satisfacer los pecaminosos deseos de sus maestros, pero ante la amenaza de suspender y no poder ir a la universidad pocos se niegan a arrodillarse ante sus tutores y trabajarles la entrepierna o a abrir las piernas sumisamente y dejar que les monten…

Pero incluso en estas situaciones acaba surgiendo el cariño y la ternura. Algunos profesores no pueden evitar encariñarse con algún alumno en especial, y estos a veces se enamoran tontamente de sus maestros...

Delicioso Pecado