Un dulce paladar... (Libre)

Sentada en la mesa justo frente a la ventana y con un gran postre delante de mi de duraznos con almibar, no estaba como por poder probarlo siquiera. Eran alrededor de las cuatro de la tarde, y no habia tenido dia. Tomo mi cuaderno de anotaciones y hechando a un lado el postre me dedico a tener una lluvia de Ideas para mi novela.

-entró a aquella pasteleria, su cabello estaba alborotado y no llevaba camisa alguna por la calor que hacía, al dejaba alrededor de su cintura y de su cuerpo mientras le sonreía a un conocido que habia en la pastelería, vió a una chica que capto su atención, duraznos en almibar, era el olor que le llegaba, aunque fue distraido por su amigo que venia a abrazarle, finalmente, se sentó en una mesa a solas, mientras esperaba que su compañero acabara el turno, coloco su camisa en el respaldo de la silla, riendose al ver las idioteces que realizaba, colocando finalmene sus dedos en su menton.

La hoja estaba casi completa, al terminar mi lluvia de ideas para mi novela. Miró hacia las mesas me hacia falta alguien divertido, que me permitiera usar su fisico y su atractivo, para que fuera mi personaje principal. Recorro las mesas y veo un chico con los dedos en el menton en una posicion de diversion. Frunzo el ceño, y lo miro detenidamente. Rapidamente tomo un papel en blanco y trato de dibujarlo de la manera en la que se encontraba ahora. Esperaba que no le molestara o que no me encontrara haciendolo, pero esa pose era para recordar.

-se encontraba distraido sin notar la presencia de la chica que le habia atraido antes tal vez por respeto aunque no pudo evitar distraerse con su amigo, el cual realizaba algunas idioteces-

de verdad...veo que no cambias

-una risa brotó de sus labios acomodando sus dedos en su menton-

El chico habia cambiado un poco la posicion de sus manos, se podia arrelar en el dibujo, pero era algo que requeriria de tiempo, el cual no sabia si tenia, pues puede ser que tuviera planes. -Suspiró . No tenia otra opcion que acercarme a él y decirle que posase para mi, o proponerle que me deje utilizarlo como protagonista de mi proxima novela.

Me paro con elegancia de mi asiento y camino con parsimonia hasta llegar a la mesa del chico. -Disculpa-Hablé- Te importa si me siento contigo?-Pregunto, pues asi era mas fácil proponerle lo que queria.